Lunes 4 de agosto de 2025

El ajuste es ley: Milei vetó el aumento a jubilados, la moratoria y la emergencia en discapacidad

El Gobierno bloqueó tres leyes sociales aprobadas por el Congreso. Alegó “costo fiscal” y cuestionó el proceso legislativo. La oposición ahora debe reunir dos tercios para revertir el veto.

Lunes 4 de agosto de 2025

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El ajuste no se negocia. Este lunes, el presidente Javier Milei vetó de manera total tres leyes clave para los sectores más vulnerables: el aumento a las jubilaciones y pensiones, la moratoria previsional y la emergencia nacional en discapacidad. Lo hizo a través del decreto 534/2025, publicado en el Boletín Oficial.

En su fundamentación, el Gobierno calificó las iniciativas como “fiscalmente irresponsables”, y aseguró que representarían un gasto de más de 17 billones de pesos en 2026, lo que —según el decreto— comprometería las metas del equilibrio fiscal.

Pero además del argumento económico, el oficialismo cuestionó la legalidad del proceso parlamentario: denunció que la sesión del 10 de julio fue convocada sin cumplir el reglamento, y que los proyectos fueron aprobados con mayoría simple cuando, aseguran, se necesitaban dos tercios.

¿Qué leyes vetó Milei?

  • Jubilaciones: proponía un aumento de emergencia del 7,2%, un bono mensual de $110.000 (actualizable) y transferencias a cajas provinciales.

  • Moratoria previsional: reinstalaba el Plan de Pago de Deuda Previsional por dos años y ampliaba el acceso a la jubilación sin 30 años de aportes.

  • Emergencia en discapacidad: establecía una pensión no contributiva, compensaciones a prestadores y declaraba la emergencia hasta 2026.

La decisión generó rechazo inmediato en la oposición, que ya se organiza para intentar revertir los vetos en el Congreso. Para eso necesita los dos tercios de los votos en ambas cámaras, algo difícil pero no imposible si se sostienen las alianzas parlamentarias.

Mientras Milei repite que “no hay plata”, los sectores más vulnerables vuelven a ser la variable de ajuste. El Congreso tiene la palabra, pero el mensaje del Gobierno es claro: el recorte va primero, la gente después.